Hace un tiempo hablábamos de la obligación de que los niños menores de 6 años estén acompañados por un adulto en las piscinas. Este tema no es un capricho del sector del salvamento acuático, sino que viene marcado por la Ley.
Hoy queremos profundizar un poco más en este tema. De nada sirve que el menor vaya acompañado de un adulto si este no está pendiente del mismo. Siestas en las tumbonas, visitas al bar de la piscina en los hoteles, lectura de revistas… todos estos factores hacen que el adulto deje de prestar atención al menor en la piscina, pudiendo sobrevenir una situación de riesgo real para el mismo.
Otro de los motivos, quizá uno de los más importantes, es la idea que tienen algunos adultos sobre el socorrista de la piscina. «El socorrista se encarga de controlarme al niño/a»… pues mire, no es así, el socorrista está para velar para que se cumplan las medidas de seguridad en la piscina, además de para auxiliar en una posible situación de emergencia, no para ser una «niñera de verano».
Desde AQUATAS queremos intentar concienciar de este tema a todos los padres/madres que llevan a los pequeños a la piscina como «vía de escape»… Si entre todos evitamos posibles accidentes, mejor. El socorrista solo tiene dos ojos, y en la piscina suele haber muchos niños.